La toréutica es cualquier trabajo que comporta relieves sobre pequeñas piezas de metal (cuños, medallas, etc.), sea positivo o negativo este relieve. El término es utilizado para designar los objetos realizados a través de esa técnica, cuyo especialista es llamado toreuta, así como para nombrar a la disciplina de curso de Arte Medieval.

Esta disciplina tiene una gran antigüedad. Se practicaba en la Edad de Bronce y estaba bien establecida siglos antes de las tumbas de pozo. Entre las piezas de la Edad de Hierro de especial calidad, destacan la Certosa situla de Italia y la Vače situla y la placa de cinturón Vače de Eslovenia.

La toréutica floreció en un grado inusual entre los pueblos de Asia Menor, Asiria y Babilonia, y pasó de ahí a la antigua Persia. Un ejemplo espectacular de la influencia directa de Persia en la toréutica es, según se cree, el Tesoro de Nagyszentmiklós, hallado en Transilvania en 1799 y considerado obra de los antiguos orfebres búlgaros. Consta de 23 vasijas y se ha atribuido a los hunos de Atila, los ávaros y los pechenegos. Sin embargo, la mayoría de los estudiosos la consideran búlgara (protobúlgara, búlgara), por sus inscripciones rúnicas.

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