La conciencia tiene que ver con el nivel de alerta de una persona y su conocimiento de sí mismo y del ambiente que lo rodea (quién soy, cuántos años tengo, dónde estoy, quién está conmigo, etc.).

Una de las alteraciones de la conciencia es la obnubilación, es decir que la consciencia se hace menos lúcida. La obnubilación se caracteriza por una disminución de las elaboraciones psíquicas, los pensamientos son dificultosos e incompletos y los sucesos del ambiente necesitan gran intensidad para hacerse conscientes (reactividad disminuida). Además se observan problemas con la atención (aprosexia o hipoprosexia), percepción, memoria y asociación de ideas.

La obnubilación se considera como uno de los grados más leves de empañamiento de la conciencia, con lo cual puede pasar desapercibida. Este síntoma puede observarse en casos de intoxicación por sustancias psicoactivas, como consecuencia de traumatismos craneoencefálicos, luego de crisis epilépticas u otras enfermedades que afecten al cerebro.

En el caso del estupor, con el cual pudiese ser confundida la obnubilación, cabe destacar que éste se caracteriza por un estado de sueño profundo, cuya diferencia resulta en un comportamiento que no presenta respuesta o cuando el paciente responde, pero a estímulos muy intensos y repetidos, con palabras incoherentes o sonidos.

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