La estructura de la Tierra está formada por capas esféricas concéntricas: una corteza sólida de silicatos exterior, una astenosfera y un manto altamente viscoso, un núcleo externo líquido que es mucho menos viscoso que el manto y un núcleo interno sólido.

El núcleo de la Tierra es su esfera central, la más interna de las que constituyen la estructura de la Tierra. Está compuesto fundamentalmente por hierro, con 5-10 % de níquel y menores cantidades de elementos más ligeros, tal vez azufre y oxígeno.

Tiene un radio de cerca de 3 500 km, mayor que el planeta Marte y representa el 32 % de la masa total de la Tierra. La presión en su interior es millones de veces la presión en la superficie y la temperatura puede superar los 6 700 °C. Consta de un núcleo externo líquido y un núcleo interno sólido.

La comprensión científica de la estructura interna de la Tierra se basa en observaciones de topografía y batimetría, observaciones de rocas en afloramientos, muestras llevadas a la superficie desde mayores profundidades por volcanes o actividad volcánica.

A su vez se realiza un análisis de las ondas sísmicas que pasan por la Tierra, mediciones de campos gravitacionales y magnéticos del planeta, y experimentos con sólidos cristalinos a presiones y temperaturas características del interior profundo de la Tierra.

La Tierra se formó hace unos 4 600 millones de años. Al igual que el resto de los planetas, se formó después de la explosión de una supernova.

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