La melanina es una sustancia natural encargada de dar color (pigmentar) a nuestra piel. Este pigmento se encuentra en la mayoría de los seres vivos. Y, en los humanos lo podemos encontrar en los ojos, el cabello y la piel, ya que es lo que se encarga de darles color.

Además, dicha sustancia también se encarga de proteger nuestra piel de la incidencia de los rayos solares ultravioletas. Es decir, evita que el sol queme nuestra piel.

Los melanocitos, presentes en la capa externa de piel, la epidermis, son los encargados de la producción de melanina en nuestro organismo.

Es precisamente la actividad de ellos el que determina el color de la piel de cada persona. Esto se debe a que distintas cuotas de melanocitos pueden generar unas tonalidades u otras. Asimismo, estas tonalidades van acompañadas de distintos niveles de resistencia a la luz solar. Ésta, a lo largo de generaciones, ha influido en los niveles de melanina en la piel de los seres humanos.

Existen tres tipos de melanina: 1. Las eumelaninas: es la más común en los seres humanos. Tienen un color oscuro negro o pardo y proporcionan una coloración oscura; 2. Las feomelaninas: se trata de pigmentos amarillos o rojizos. Estos aportan una mayor cantidad de azufre que las eumelaninas y son las responsables de la coloración clara. Son especialmente comunes en las personas pelirrojas; 3. Las neuromelaninas: son pigmentos oscuros presente en las neuronas.Se sabe que su número aumenta a medida que envejecemos.

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