La noche del 30 de junio al 1 de julio de 1520, las tropas del conquistador español Hernán Cortés y sus aliados indígenas sufrieron una de sus peores derrotas: cientos de ellos fueron masacrados, otros tantos murieron ahogados en las acequias junto a sus caballos y su botín se perdió en las aguas de Tenochtitlan, en la jornada que se conoce como "La Noche Triste".

El conquistador español había pisado el territorio que hoy es México en febrero de 1519 y en noviembre de ese año había conseguido ya llegar hasta Tenochtitlan, el corazón del imperio mexica.

Cortés tenía ya preso a Moctezuma, pero el conquistador español tuvo que ausentarse un tiempo de Tenochtitlan para atender una rebelión y a su llegada fue testigo de la furia del pueblo mexica, pues sus dirigentes habían sido asesinados por Pedro de Alvarado y sus tropas.Cuando Moctezuma trató de calmar los ánimos fue apedreado por el pueblo y murió poco después.

Los españoles y sus aliados se encontraban cercados en el palacio de Axayácatl con pocos alimentos; emprendieron una huida en dirección a Tlacopan. Una anciana mexica los vio y dio aviso a los guerreros; quienes no fueron masacrados murieron ahogados en los canales, víctimas del peso de sus armaduras y de las joyas y oro que cargaban. Los que lograron sobrevivir escaparon rumbo a Tlaxcala.

La huida resultó funesta: hombres y caballos ahogados, pérdida de artillería, indígenas masacrados y la mayoría de los objetos que habían saqueado se perdió.

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