Los fosfenos oculares están asociados a una sensación visual que consiste en percibir centelleos y puntos de luz al cerrar muy fuerte los ojos o frotarlos.

La percepción de estos puntos de luz se debe a la presión que ejercemos sobre la retina, que activa los fotorreceptores, generando esa sensación de destellos luminosos.

También les sucede a quienes reciben un golpe fuerte en la cara a la altura del ojo (de ahí la expresión “ver las estrellas”).

Aunque este fenómeno se conoce desde la época de los griegos, fueron los científicos Lowënstein y Borchard quienes describieron en 1918 que la causa de este fenómeno estaba asociada a la estimulación eléctrica del córtex visual.

Frotar los ojos mientras están cerrados implica una estimulación mecánica que desencadena este efecto. No obstante, la estimulación eléctrica o magnética de los ojos también puede producir la aparición de fosfenos.

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