El Himno al Templo de E-ninnu, también conocido como los Cilindros de Gudea, fueron redactados aproximadamente alrededor del año 2.140 a.C., perteneciente al arte mesopotámico, es el himno más antiguo de la historia.

Se trata de uno de los escasos testimonios que se tienen de la literatura sumeria.

Fueron hallados durante las excavaciones realizadas en el yacimiento arqueológico de Ngirsu o Girsu, en la provincia de Dhi Qar, situada a 25 kilómetros al noroeste de Lagash.

Se tratan de dos cilindros ''A'' y '' B'' fabricados en arcilla cocida y de estructura hueca, ambos cilindros presentan escritura cuneiforme, fueron fabricados por orden del rey Gudea, para conmemorar la construcción del templo del dios Ningirsu en la ciudad de Lagash.

E-ninnu es el nombre con el que se designa a las ruinas del templo principal de la antigua ciudad sumeria de Ngirsu o Girso, el templo estaba consagrado al dios Ningirsu (divinidad principal de la ciudad de Lagash).

El cilindro "A" se encuentra divido en cinco párrafos, se aprecia como comienza con la usual introducción de las composiciones literarias sumerias.

El cilindro "B" se encuentra divido en cinco párrafos, tiene una extensión menor que el cilindro "A", este cilindro se encuentra con numerosos peajes deteriorados y en mal estado de conservación.

El rey tenían en estos rituales un papel esencial, puesto que representaba al dios muerto y resucitado.

Actualmente se encuentran expuestos en el Museo del Louvre, Paris (Francia).

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