El 90% de las personas que sobreviven a un rayo experimentan cambios y daños en su cuerpo y su mente más o menos graves. En el mejor de los casos, la víctima puede desarrollar en la piel lo que se conoce como "figuras de Lichtenberg".

Se trata de tatuajes naturales de forma ramificada que pueden durar unas horas o unos días. Son causadas por la ruptura de vasos capilares bajo la piel producida por la descarga de un rayo.

En 1777, el científico alemán Georg Lichtenberg descubrió curiosas figuras que formaban partículas de polvo sobre placas cargadas con electricidad, las cuales representaban patrones de ramificación. Lichtenberg consideraba que el estudio de esas formas podría ayudar a revelar la naturaleza de los "fluidos" eléctricos positivo y negativo, como se imaginaba la electricidad en esa época. Construyó un gran electróforo capaz de generar altas tensiones de electricidad estática mediante un proceso de inducción eléctrica. Después de producir una descarga de alta tensión sobre un punto de la superficie de un material aislante, Lichtenberg hacía visibles los patrones radiales arborescentes mediante polvos coloreados que se fijaban sobre las cargas electrostáticas.

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