Cuando hablamos de etnia, hacemos referencia a los aspectos culturales comunes que identifican a un grupo de personas. El idioma suele estar íntimamente relacionado con este aspecto, aunque la falta de una lengua propia y común no lo excluye. Una etnia —del griego clásico: έθνος ethnos, ‘pueblo’ o ‘nación’— es un conjunto de personas que mantienen una procedencia común. Esto se basa en semejanzas de aspecto exterior, costumbres, idioma, religión o memoria de eventos históricos como migraciones.

Según A. D. Smith, «se pueden definir las etnias como poblaciones humanas que comparten unos mitos sobre la ascendencia, unas historias, unas culturas y que se asocian con un territorio específico y tienen un sentimiento de solidaridad».

La etnia incluye factores culturales, como las tradiciones, la lengua y las creencias religiosas. La raza, en cambio, señala las características morfológicas de un grupo humano (color de piel, rasgos faciales, contextura, etc.).

Históricamente, la palabra «etnia» proviene del adjetivo griego ethnikos. El adjetivo se deriva del sustantivo ethnos, que significa ‘gente o nación extranjera’.

Las personas que se consideran miembros de un grupo étnico se sienten vinculados entre sí por un origen genético común y se sienten por ello parte de una comunidad familiar extendida que les impone formas de lealtad y solidaridad típicas de los vínculos familiares.

Existen unos 16,000 grupos étnicos.

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