Los signos de puntuación que se emplean para expresar asombro, sorpresa, exasperación o enfatizar un comentario o frase cortos y bruscos, son los signos de exclamación (¡!).

En español los signos de exclamación deben colocarse de forma obligatoria al comienzo y al final del enunciado correspondiente. Aunque en otras lenguas (como el inglés) únicamente se coloca el signo de cierre, la entonación del español exige que sea necesario también el signo de apertura.

En la pronunciación, los enunciados que van entre signos de exclamación tienen un tono final descendente, pero con un momento previo de ascenso brusco, en palabras como qué, cuánto, quién, cuándo…

Los signos de exclamación también se pueden utilizar escritos entre paréntesis para indicar ironía y sorpresa detrás de una palabra. Por ejemplo: «Dice que esta noche no va a salir de fiesta (!)».

Los signos de puntuación son todos aquellos signos ortográficos que delimitan las frases y los párrafos, establecen la jerarquía sintáctica de las proposiciones para conseguir estructurar al texto, ordenan las ideas y las jerarquizan en principales y secundarias.

Otros signos de puntuación empleados en el español son el punto, coma, punto y coma, dos puntos, comillas simples y dobles, paréntesis, corchetes y llaves, signos de interrogación, puntos suspensivos y rayas.

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