La palabra hebrea «Amén» pasó tal cual se pronuncia al griego, al latín y después a las lenguas modernas. Significa: así sea, ciertamente, firmemente, estable, confiable, verdadero; y cuando se la utiliza como respuesta indica una intensa afirmación o acuerdo.

Amén es una palabra cuyo uso en lengua hebrea es muy antiguo. Desde el punto de vista etimológico, “amén” es una palabra hebrea que deriva del verbo hebreo “aman”, que se usa para reforzar o confirmar algo pues, básicamente, significa: ‘Que conste’ o ‘en verdad’.

Esta palabra no tiene equivalencia en las lenguas occidentales por esto su significado más que traducirse debe asimilarse como respuesta a algo firme, estable o inconmovible. Es por esto que la tradición judeocristiana ha mantenido inalterada esta palabra sin traducirla, dado que cualquier traducción empobrece el sentido original de la palabra, que se usa en relación a lo sagrado pues, en sentido estricto, sólo se puede decir amén en referencia a Dios.

Más información: es.wikipedia.org