Los mencheviques nacieron en la Rusia de 1903, en el contexto del segundo congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia. Esta facción surge tras las diferencias entre su líder Yuli Mártov y el de la mayoría en el partido, Vladimir Lenin. Las dos representaban al marxismo ruso, pero los mencheviques se consideraban el ala moderada del partido, insistían en el uso de la fuerza política como medio de acción para derrocar al zarismo.

Los mencheviques eran partidarios de hacer de Rusia un país democrático burgués al estilo occidental como paso previo al socialismo. En el Congreso de Londres en 1903 se opusieron al sector más radical del partido, los bolcheviques, quedando en minoría con respecto a ellos. A partir de entonces recibieron el apelativo de “minoritarios”. En 1912 se separaron de los bolcheviques.

Al estallar la Primera Guerra Mundial, los mencheviques se negaron en un principio a implicar a Rusia en el conflicto, pero una vez en el poder, en colaboración con el Gobierno provisional (febrero-octubre de 1917), un amplio sector de los mismos optó por proseguir la guerra atendiendo a las obligaciones contraídas con los aliados. Ello les hizo perder el apoyo de las masas, que hartas del conflicto, se echaron en brazos de los bolcheviques, partidarios de firmar la paz.

Tras la rebelión de Kronstadt (1921) contra el gobierno revolucionario ruso, el menchevismo pasó a ser perseguido. Algunos de sus líderes pasaron al exilio.

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