La etimología de galimatías remite a un vocablo francés que alude a un texto o un discurso enredado o confuso. El origen etimológico, de todos modos, se halla en la expresión griega katà Matthaîon, que se traduce como “según Mateo”. Esto está vinculado a la descripción de la genealogía que Mateo el Apóstol realiza al inicio de su evangelio.

La idea de galimatías, de este modo, hace referencia a un lenguaje intrincado y difícil de entender, con ideas confusas. Aquel que se expresa con galimatías lo hace de manera poco clara.

Por ejemplo: “El nuevo ensayo del filósofo alemán se compone de diversos galimatías que no aportan nada interesante”, “El galimatías del empresario no sirvió para brindarles tranquilidad a los trabajadores”, “Con un discurso lleno de galimatías, el presidente dio a conocer el plan económico para el próximo año”.

Retomando la etimología de galimatías, debemos señalar que según el Tesoro de la Lengua Francesa, un diccionario que data de los siglos XIX y XX, existen evidencias de la existencia de este término desde la década de 1580, en los Ensayos de Montaigne, lo cual deja sin validez las demás propuestas.

En el Diccionario de la RAE aparece por primera vez la palabra galimatías, en su edición de 1843, y también en las posteriores ediciones de 1956 y 1984. Sin embargo, en las ediciones de 1989 y 1992 no aparece ninguna propuesta etimológica, sino hasta el 2001, con la versión del Evangelio según Mateo.

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