La primera biblioteca se construyó en Irak, cerca de la actual ciudad de Mosul. Ordenó el inicio de la construccionq el rey Sargón II y la amplió Asurbanipal en el siglo octavo antes de Cristo, en la antigua ciudad asiria de Nínive, que se situaba en la orilla oriental del río Tigris.

La manera de perpetuar el conocimiento era grabarlo en una tabla de barro, con la escritura típica de la época, denominada cuneiform. Cuando las tabletas llegaban a la biblioteca, un escriba las copiaba minuciosamente.

Esta biblioteca estaba llena de documentos de arcilla. Obras de gramática, diccionarios, listas oficiales de ciudades, tratados de matemáticas y astronomía, libros de magia, religión, ciencias, arte, historia, literatura...

Una de las obras más famosas de la biblioteca y que se recuperó entre las ruinas arqueológicas, es el Poema de Gilgamesh, considerada como la obra narrativa más antigua de la humanidad.

Consta de doce tablillas de arcilla escritas con caracteres cuneiformes. Ha sido traducida a diversos idiomas y el héroe protagonista de la historia, Gilgamesh, ha pasado a ser un icono de la cultura popular.

Se calcula que la biblioteca de Asurbanipal llegó a tener 1500 tablillas de arcilla. La ciudad de Nínive y por tanto la biblioteca de Asurbanipal fue destruída en el año 612 antes de Cristo.

Pero esta, aunque fue la primera, era una biblioteca privada. La primera biblioteca pública se construyó en Atenas 300 años después, en el 300 antes de Cristo.

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