El denario (lat. denarius) fue una antigua moneda romana de plata acuñada aproximadamente entre 268 a. C. y 360 d.C Su valor inicial equivalía a 10 ases, de ahí su nombre y su símbolo: “X”.

En 212 a. C., dicha moneda pasó a convertirse en la base del nuevo sistema monetario, sustituyendo al as como moneda de referencia al pasar del patrón cobre al patrón plata. Este nuevo sistema monetario estaba formado, además del denario, por el quinario, el sestercio y el as.

Los tipos del anverso en los denarios y sus divisores fueron al principio figuras de divinidades romanas, a semejanza de los ases, llevando, al igual que los quinarios, la cabeza de Roma personificada, cubierta con gálea o casco. En el reverso, llevan la figura de Dioscuros (Cástor y Pólux) tirando del carro de la Victoria o una cuadriga arrastrando el carro de Júpiter o de Marte.

Mucho más tarde irán desapareciendo, en sucesivas emisiones, las referidas divinidades para dar lugar a figuras muy variadas, según el capricho del magistrado que dirigía la acuñación y que consistían en representaciones de antiguos personajes, recuerdos de familia, emblemas o símbolos de la misma, y después, hazañas o empresas del magistrado respectivo.

Llegado el final de la República o época del Triunvirato de Julio César, empezó a figurar en una cara de las monedas el retrato del personaje que las autorizaba.

En la Biblia se dice que un denario es el pago que se le da a un trabajador por una jornada de labores.

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