¿Qué recurso esgrimió Hat-shepsut para legitimar su poder?
La reina-faraón Hatshepsut (1508-1458a.C.) es uno de los personajes más fascinantes del Reino Nuevo. Perteneciente a la XVIII dinastía era hija de Tutmosis I, tras la muerte de su esposo Tutmosis II, Hatshepsut asumió poco a poco todo el poder hasta convertirse en faraón en perjuicio de su hijastro Tutmosis III.
Con la complicidad de los sacerdotes tebanos, creó un mito teogónico por el cual su padre habría sido el mismo dios Amón, el dios de Tebas, la ciudad de la que había partido el movimiento de liberación de Egipto frente a los hicsos.
El valioso obsequio de la casta sacerdotal a la reina-faraón fue la célebre Teogamia en virtud de la cual se declaraba primogénita de Amón, y su sustituta y fiel delegada en la tierra, con lo que su figura se trocaba en completamente sagrada.
El nacimiento divino de la reina fue representado en su templo funerario proyectado por el famoso arquitecto Senenmut: el pórtico emplazado en la terraza intermedia tiene la función de explicar tanto su origen divino como de legitimar su poder. Se erige en las terrazas de Deir el-Baharí en la orilla occidental del Nilo. Parcialmente excavado en la montaña, se accede a él por un camino procesional y una serie de rampas.
Como sus predecesores, Hatshepsut embelleció el templo de Amón en Karnak con monumentales construcciones como uno de los dos obeliscos que siguen en pie en el santuario.
Desde que murió hacia el año 22 de su reinado su nombre quedó suprimido de la Lista de los Reyes.
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