Júpiter es el planeta más grande del sistema solar y también el que tiene la mayor gravedad. Su masa es más de 300 veces la de la Tierra, lo que resulta en una gravedad superficial muy intensa. De hecho, cualquier objeto pesaría más del doble en Júpiter en comparación con la Tierra. Esta poderosa gravedad es una de las razones por las que Júpiter tiene tantas lunas, más de 79 conocidas hasta la fecha. Además, su fuerte campo gravitacional actúa como un "aspirador cósmico", atrayendo cometas y asteroides que de otro modo podrían amenazar los planetas más internos, incluida la Tierra.

Este papel protector ha sido crucial a lo largo de la historia del sistema solar. Júpiter también tiene un campo magnético extremadamente fuerte, el más poderoso de todos los planetas del sistema solar, que es responsable de crear espectaculares auroras en sus polos. Estas auroras son incluso más brillantes y complejas que las que se observan en la Tierra.