En una época en la que las mujeres eran vistas como objetos representados en el arte, no como artistas, la pintora renacentista italiana Sofonisba Anguissola (1532-1625) fue la primera artista femenina en alcanzar el reconocimiento internacional.

A lo largo de su carrera, fue respetada y valorada por artistas como Miguel Ángel y Anthony van Dyck, y el historiador del arte Giorgio Vasari. Es conocida por sus autorretratos y sus cuadros familiares. Pintó al menos 12 autorretratos en una época en la que era muy inusual hacerlo.

A los 22 años, viajó a Roma y conoció a Miguel Ángel. Le mostró un dibujo de una chica riéndose y él la retó a dibujar un niño llorando. Ella le envió un dibujo de su hermano: Asdrubale mordido por un cangrejo. Miguel Ángel identificó su talento inmediatamente. Durante los dos años siguientes, estudió informalmente con Miguel Ángel, quien le ofreció ayuda y le entregó sus cuadernos para que los representara con su propio estilo.

El Retrato de la familia Anguissola es una pintura, en el cual aparecen su padre Amilcare, su hermano Asdrubale y su hermana Minerva y estos también tan bien hechos, que parece que respiran y están vivos.

El cuadro fue expuesto en 1911 en la exposición Muestra del Retrato italiano, en Florencia. En 1985 volvió a Cremona, a la exposición Campi y la cultura artística cremonesa del Cinquecento.​ En 2019-20 fue una de las piezas más destacadas de la exposición del Museo del Prado.

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