Los putti (plural de putto en italiano) son motivos ornamentales consistentes en figuras de niños, frecuentemente desnudos y alados, en forma de Cupido, querubín, angelote o amorcillo. Son también conocidos como erotes.

Los putti, en el antiguo mundo clásico eran niños con alas que se creía que influían en las vidas humanas. En el arte renacentista, la forma del "putto" se podía derivar de varias formas; incluyendo al Eros de los griegos o al Amor/Cupido de los romanos, al dios del amor y compañero de Afrodita o Venus, al genio de la mitología romana, una especie de espíritu guardián o al griego demon.

Era una especie de espíritu mensajero, a medio camino entre lo humano y lo divino, un ser intermedio entre los mortales e inmortales que debía transmitir los asuntos humanos a los dioses y los asuntos divinos a los hombres.

Forman parte de los motivos clásicos del Renacimiento y Barroco italiano y español. Los han representado artistas como Donatello y Rafael.

Tanto los putti como los cupidos y ángeles se encuentran en el arte religioso y secular desde 1420 en Italia, a finales del siglo XVI en los Países Bajos y Alemania, desde el período manierista y el Renacimiento tardío en Francia, y a lo largo del Barroco en frescos de techos.

Actualmente son un motivo muy utilizado como representación del amor en imágenes destinadas a la mercadotecnia, como postales de San Valentín.

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