Moisés es el bebé y el personaje bíblico que se conoce como 'el bebé entre los juncos'. Al final del libro Éxodo en la Biblia (Versión King James), el faraón de Egipto (tal vez Ramsés II) había decretado que todos los bebés hebreos se ahogarían al nacer en el río Nilo. Pero cuando Yocheved, la madre de Moisés, da a luz, decide esconder a su hijo. De modo tal que lo coloca específicamente en una cesta que oculta entre los juncos junto a la orilla del río. El bebé (Moisés) fue descubierto y adoptado por la hija del faraón, y criado como egipcio.

La princesa egipcia (mencionada por Flavio Josefo como Termutis​) descubrió la cesta y a Moisés dentro de ella. Miriam se acercó y consiguió que la princesa encargara que una hebrea amamantase y cuidase de la criatura; la hebrea en cuestión fue la propia madre de Moisés.

Durante dos años Yocheved amamantó a Moisés y después la criatura le fue entregada a la princesa. Moisés fue criado como si fuese hijo de la princesa egipcia y el hermano menor del futuro faraón de Egipto.

A través de la Mishná, la tradición hebrea conserva un relato de cómo Moisés, aun siendo una criatura perdió gran parte de su capacidad de hablar debido a un incidente que ocurrió ante el faraón en Egipto.

Cuando Moisés se hizo adulto, observó el trabajo de los esclavos hebreos. Un día, al ver la brutalidad con la que un capataz egipcio maltrataba a un esclavo hebreo, Moisés acabó con la vida del egipcio, acto que lo condujo a tener que dejar Egipto.

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