Un día de furia es una película estadounidense de carácter psicológico estrenada en 1993, trata sobre la tensión y la frustración que genera en muchas personas la vida moderna en las grandes ciudades. El personaje principal Michael Douglas decide enfrentarse a las adversidades y lo hace en forma violenta.

Esta dirigida por Joel Schumacher, y tiene como otros personajes a Robert Duvall y Barbara Hershey.

En la cinta, William Foster (Michael Douglas) tiene una orden de alejamiento de su exesposa, se ha divorciado y ha sido despedido de su trabajo. Su carro deja de funcionar y lo abandona en la mitad de un atasco, generando enojo entre los conductores varados detrás de él.

En un autoservicio, el dueño se niega a darle cambio para una llamada telefónica y Foster se queja por los precios excesivos, discute con el dueño el cual saca un bate de béisbol, Foster logra quitarle después de un forcejeo y lo utiliza para destruir su mercancía.

Luego es abordado por dos pandilleros quienes lo comienzan a seguir tras salir del autoservicio, le provocan, insultan y le piden su maletín. Un maleante saca un cuchillo pero Foster utiliza el bate de béisbol, la pelea termina con Foster haciéndose del cuchillo.

La cinta es catalogada como la mejor película para sobrevivir a los lunes. hace una descarnada crítica al sueño americano, y en general a las actitudes insolidarias, Douglas encarna a un psicópata, aunque el espectador comprende muchas de sus injustificables reacciones.

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