Reciben la denominación de Estados Pontificios los territorios italianos sometidos a la soberanía temporal del Pontificado, que, entre diversos probremas contribuyeron, durante una época caracterizada por el enfrentamiento entre monarquías y naciones, a garantizar la independencia y autonomía espirituales de la sede romana.

Al producirse el derrumbamiento del Imperio romano de Occidente, la comunidad cristiana de Roma y su cabeza, el Papa, poseían amplios territorios extendidos por diversas regiones (Italia, Dalmacia, Galia meridional, África del norte) constituyendo el llamado Patrimonium Petri.

El Papa solicitó forzar a los lombardos la entrega de los territorios anexionados. Concluidas felizmente para las armas de Pipino el Breve las campañas emprendidas con tal fin, el monarca francés hizo entrega al Papado en el año 756, de las comarcas disputadas el ducatus romanus, el exarcado y la Pentápolis. Con este acto nacieron los Estados Pontificios.

Sobre tal vasto conglomerado territorial el Papado no se irrogaba por aquel entonces ningún título ni atributo de soberanía política.

Esteban II (Roma, 715- 26 de abril de 757) fue el papa n.º 92 de la Iglesia católica desde el 26 de marzo de 752 hasta el 26 de abril de 757.

Este papa ha pasado a la historia como el fundador de los Estados Pontificios. Tras la intervención de su antecesor Zacarías en el encumbramiento de Pipino el Breve como rey de los francos, y habiendo sido el propio Esteban II quien le coronó en 754.

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