Los mineros están inmersos en un trabajo llenos de riesgos, incluyendo el ser sujeto del incremento de gases tóxicos en el área de trabajo tales como metano, dióxido de carbono, y monóxido de carbono. Este último es incoloro, inodoro, sin sabor y además de ser muy inflamable es más liviano que el aire y al respirarlo se une de forma competitiva a la hemoglobina, con mayor afinidad que el oxígeno, y a niveles relativamente bajos pueden acumularse en el cuerpo y causar la muerte.

Por lo tanto, era muy importante el identificar la falta de oxígeno en la mina o el aumento de dichos gases tóxicos. Surgió entonces la idea de usar animales centinelas, y en este caso canarios. La sugerencia vino de John Scott Haldane, medico nacido en Edimburgo el 3 de mayo de 1860 y quien se graduará de médico en la Universidad de Edimburgo en 1884. Conocido como “El padre de la oxigenoterapia”.

Haldane investigó la asfixia en los mineros y por medio de experimentación (incluyendo la autoexperimentación con gases toxico) concluyó que la principal causante era el monóxido de carbono, sugiriendo el uso de animales centinelas. Si en la mina había una filtración de gases tóxicos, como el monóxido de carbono o el metano, el canario era el primero que moría, por lo que los mineros sabían de este modo que tenían que abandonar de inmediato el lugar. Su uso se fue eliminando progresivamente desde el año 1986, cuando empezaron a ser sustituídos por monitores electrónicos.

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