El río Jordán se encuentra situado en una zona de hundimiento estructural y se caracteriza por tener la menor elevación de todos los ríos del mundo, ocupa el sector asiático del Gran Valle del Rift, fractura tectónica que separa la placa africana de la placa arábiga.

No es navegable, ni tan profundo, pero permite la pesca en sus diferentes vados y lagunas qué se forman a lo largo de su curso.

El río nace en las laderas del monte Hermón, en la frontera entre Siria y Líbano, y fluye hacia el sur a través del norte de Israel hasta el mar de Galilea (lago Kineret). Al salir del mar, continúa hacia el sur, dividiendo Israel al oeste, y Jordania al este, antes de desembocar en el Mar Muerto.

Tiene más de 360 km de longitud, debido a su curso serpenteante, la distancia real entre su nacimiento y el Mar Muerto es inferior a 200 km.

Cristianos, judíos y musulmanes respetan el Jordán sin excepción. Fue en sus aguas donde Jesús fue bautizado por San Juan Bautista. El río ha seguido siendo un destino religioso y un lugar de bautismos.

Además del aspecto religioso, se ha desarrollado una industria de ocio deportivo que aprovecha los lugares con mayor volumen de agua para deportes acuáticos. Paseos en barco, kayak e incluso rafting, se ofrecen por parte de empresas locales. También se aprovechan los bellos paisajes de sus orillas para realizar otros deportes al aire libre como el trekking, los paseos a caballo, en bicicleta o en vehículo todo terreno.

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