El mundo de las piedras preciosas es fascinante y extrañamente desconocido. Si hiciéramos la prueba y le preguntáramos a alguien qué piedras preciosas conoce, seguramente nos contestaría: el diamante, el rubí, la esmeralda, el zafiro… Piedras altamente conocidas por la mayoría, pero pocos serían los que nos nombrarían gemas como: la Benitoita, la Poudretteite o la Alexandrita.

El diamante es una de las gemas más conocidas a nivel mundial. Se trata de la pieza principal en la mayoría de los anillos de compromiso. El diamante es carbono puro y su valoración se realiza en función de 4 factores: peso, color, pureza y talla. El mineral más duro conocido nace en rocas peridotitos y excogitas a una temperatura de entre 1000 y 1600ºC (y a una profundidad de unos 200km) y son arrastrados hacia la superficie a través de chimeneas volcánicas. Los diamantes más antiguos nacieron hace 3300 millones de años, y los más actuales hace 900 millones de años. El valor por quilate alcanza los 15.000 dólares.

El top 1 de las piedras preciosas más caras del mundo lo ocupa el diamante rojo con un precio que alcanza el millón de dólares por quilate. A día de hoy, existen menos de 30 diamantes rojos en todo el mundo y su peso apenas alcanza el medio quilate. El alucinante color que presenta no es a causa de una impureza sino de una deformación plástica de la red cristalina. Es uno de los más buscados pero la gema más cara del mundo únicamente se puede encontrar en la mina de Argyle, Australia.

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