El pueblo Potosí del Estado de Táchira, en el suroeste de Venezuela, quedó inundado en 1984 por la construcción de una represa.

Sin embargo, hoy sus ruinas han emergido y se encuentran a la vista debido a los cambios climáticos que está sufriendo el planeta.

Las imágenes del lugar como era antes de la inundación permiten hacerse una visión completa de un lugar que fue condenado a dejar de existir.

El pueblo desapareció hace 32 años, recuerdan miembros del Gobierno de Táchira, pero aquellos que lo conocieron lo conservan tan vivamente en su memoria que quisieran volver atrás en el tiempo y caminar por sus calles.

En el año 1953 terminó la construcción de un templo cristiano de 26 metros de altura, la iglesia de San Isidro Labrador, que hoy sirve de referencia para la medición popular del nivel del embalse.

En el año 1984 fue desmantelada cuando se desalojó el pueblo de Potosi.

En la iglesia de San Isidro Labrador se bautizó, comulgó y se casó medio pueblo. Hoy la iglesia queda a la vista de todos, convertida en un atractivo turístico, pero también en un imán de la nostalgia para los antiguos habitantes.

La Plaza Sucre consta de un busto de autoría desconocida, aunque algunos sostienen que representaba al prócer Antonio José de Sucre.

En 2003 la iglesia emergió casi en su totalidad, pero fue en 2010 cuando la sequía disminuyó abruptamente la altura del embalse y la edificación quedó completamente al descubierto.

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