Uno delos principales exponentes de la generación de los años 50 fue el dramaturgo Alfonso Sastre, autor de numerosas obras de teatro concebidas como actos revolucionarios.

Su trayectoria personal se caracteriza por un compromiso político y social fundamentado en la denuncia del régimen franquista.

"La mordaza" tras su apariencia de drama rural, es una contundente denuncia del clima de opresión impuesto por el régimen de Franco y su censura a través de la historia de una familia que, intimidada por el despótico patriarca Isaías krappo, encuentra finalmente la fuerza para liberarse de él.

Todos conocen que es un asesino, pero ninguno se atreve a denunciarlo por temor o respeto. Sólo su nuera Luisa, casada con su hijo Juan, rompe la mordaza y lo denuncia a la policía. Isaías es detenido, pero se fuga de la cárcel. Finalmente es abatido por la policía con el pensamiento de que su propia muerte caiga sobre la conciencia de sus hijos.

La producción teatral de Alfonso Sastre, en la que se han señalado las influencias del marxismo, Jean-Paul Sartre y Bertolt Brecht, está ligada a la evolución de su pensamiento político, no sólo en cuanto al contenido, sino también en la búsqueda de nuevas formas dramáticas.

En una primera etapa su teatro fue de corte existencialista: Uranio, Cargamento de sueños, Escuadra hacia la muerte. Ya entrada la década de 1950, la mayor toma de conciencia política desembocó en un realismo testimonial: El pan de todos, La mordaza, y La red.

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