En el año 40 el emperador Calígula(37-41 d.C.) construyó las dos naves más grandes de la época. A su muerte fueron hundidos y quedaron en el fondo de un lago. Mussolini tardó 4 años en reflotarlos y Hitler los quemó en una noche.

Dos buques de más de 70 metros de eslora, lujosamente equipados y dotados de ingenios náuticos, para navegar por el lago italiano de Nemi, de 167 hectáreas de superficie y una profundidad máxima de 33 metros. Uno lo utilizaba para ceremonias religiosas y el otro para sus famosas orgías.

El Siracusa estaba decorado con mármoles y mosaicos, habitaciones hechas con pan de oro, baños con detalles de piedras preciosas, y hasta jardines con árboles y vides. El otro barco, Prima Nave, medía 70 metros por 20 de manga y mantenía el lujo del anterior, pero dedicado a Diana Nemorensis.

El 30 de septiembre de 1926, el Duce dispuso "que se emprendan los trabajos para drenar el lago, en el cual reposan, desde hace dos mil años, dos galeras que pertenecieron a Calígula”. Entre 1928 y 1929 se mandó a vaciar el lago con una potente bomba hidráulica pero el barro comenzó a dañar las naves.

En 1932 se pudieron sacar las dos embarcaciones que estaban en buen estado a pesar del paso del tiempo, en enero de 1936 se inauguró el Museo delle Navi Romane. Así, durante algunos años, se exhibieron en su interior las magníficas naves.

El 31 de mayo de 1944, una escuadrilla estadounidense bombardeó la zona. En su retirada los soldados alemanes incendiaron el museo.

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