La notación musical​ es un sistema de escritura utilizado para representar gráficamente una pieza musical, permitiendo a un intérprete que la ejecute de la manera deseada por el compositor. El elemento básico es la nota, que representa un único sonido y sus características: duración y frecuencia.

Las notas actuales son: do (también llamada ut) re, mi, fa, sol, la, si; las cuales aparecen en un pentagrama, que consta de cinco líneas horizontales, equidistantes y paralelas, y cuatro espacios entre las líneas. Las líneas se enumeran de abajo hacia arriba como línea 1, 2, 3, 4 y 5, y los espacios por igual, desde el 1.º hasta el 4.º

El monje benedictino Guido de Arezzo aportó las bases para el nuevo sistema de escritura, y asignó el nombre a cada uno de los siete sonidos de la escala sonora: Tomó el himno a San Juan, en el cual identificó que cada frase empieza con una nota diferente y utilizó la primera sílaba para darle el nombre a las siete notas: ut, re, mi, fa, sol, la. Siglos después, Anselmo de Flandes, insertó la sílaba sí, y en el siglo XVII Giovanni Battista Doni, sustituyó la nota ut por do para facilitar el solfeo.

Los primeros gráficos fueron cuadrados, rombos y rectángulos para indicar los diferentes ritmos; a esto se le llamó notación cuadrática proporcional. En el renacimiento, se cambiaron por: las redondas, la redonda, la blanca, la negra, que son utilizadas en la actualidad, con la misma proporción de los valores para el ritmo.

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