Jörmundgander, también conocida en la mitología nórdica como “La Serpiente de Midgard”, es un monstruoso ser proveniente de la descendencia de Loki y la gigante Angrboda, que dio a luz otros seres gigantes como el lobo Fenrir predestinado a terminar con Odín y la malvada Hela, diosa del reino de los muertos.

Se trata de una enorme serpiente que habita en el mar que rodea Midgard, uno de los Nueve Mundos que componen el universo según la cosmología escandinava.

Los Æsir (dioses del panteón nórdico) descubrieron con visiones proféticas, que Jörmundgander haría cosas abominables si permanecía en libertad. Los dioses lo arrojaron al océano de Midgard, donde quedaría atrapado hasta la llegada del Ragnarök, el temible fin del mundo.

Jörmundgander, incapaz de saciar su hambre en aquella prisión, comenzó a devorarse así mismo y fue creciendo, hasta rodear toda Midgard apresando su cola con los dientes.

Según las profecías, cuando llegue el Ragnarök, Jörmundgander abandonará el océano para dirigirse a la tierra, provocando un maremoto. Envenenará los cielos y peleará contra Thor en una lucha en la que ambos perecerán a manos del otro.

Thor lo abatirá con su martillo Mjölnir, pero solo podrá dar nueve pasos antes de caer muerto, envenenado por la saliva venenosa que Jörmundgander escupirá sobre él.

Jörmundgander es un símbolo de caos y destrucción. Su presencia en Midgard representa el principio del fin: el preludio de la hecatombe según las creencias escandinavas.

Más información: es.m.wikipedia.org