Los aborígenes australianos son, junto con los isleños del estrecho de Torres, los descendientes de los primeros habitantes de Australia y sus islas adyacentes, y han continuado viviendo ahí a lo largo de la colonización europea.

Según la legislación australiana, ambos pueblos constituyen el conjunto de los indígenas australianos. El territorio tradicional de los aborígenes australianos se extiende por toda Australia, Tasmania y algunas islas cercanas.

Los pueblos aborígenes forman una parte trascendental de la cultura de Australia y mucha gente que decide vivir en este país, acaba interesándose más por todo el legado que arrastra este pueblo, considerado como una de las culturas vivas más antiguas del planeta.

Durante más de 60 000 años estos pueblos habitaron Australia hasta la llegada de los ingleses, momento en el cual la población aborigen australiana constaba de unos 900 000 individuos en todo el Continente.

Con la llegada de James Cook y los posteriores ocupantes británicos, que llegaron con la declaración del Gobierno de su Majestad de terra nullius bajo el brazo, la población aborigen (que no era considerada propiamente humana por los colonos) fue aniquilada hasta quedar en 30 000 individuos.

La colonización británica de Australia fue tan asesina que a veces se califica de genocidio.

Se estima que la población indígena australiana alcanzaba 881 600 personas en 2021. Representan 3,3% de la población total.

Más información: es.wikipedia.org