El síndrome de la vida ocupada no está reconocido oficialmente como un trastorno, pero en los últimos años la comunidad científica ha considerado que es necesario tenerlo presente y trabajar para mejorar esta situación.

El síndrome de la vida ocupada nos ayuda a identificar al tipo de personas que viven a mil por hora, que llevan un estilo de vida frenético, con cientos de ocupaciones en casa y aún más en el trabajo.

Quienes lo sufren desean más tiempo para descansar de sus muchas ocupaciones y responsabilidades, y cuando obtienen ese tiempo lo utilizan para llenarlo con más ocupaciones y actividades.

Los expertos explican que algunas personas experimentan la inactividad como algo desagradable porque puede hacer aflorar pensamientos o sensaciones con los que no se sienten cómodas.

Los expertos explican que aunque quienes lo sufren desean más tiempo para descansar de sus muchas ocupaciones, actividades y responsabilidades, cuando obtienen ese tiempo lo utilizan para llenarlo con más ocupaciones y actividades que harán que vuelvan a desear más tiempo para descansar de ellas.

También insisten en que este síndrome debe entenderse como un estilo de vida y nunca como una enfermedad, ya que no se corresponde con una etiqueta diagnóstica oficial ni con un trastorno mental.

Es importante ocupar una parte de nuestro tiempo en relaciones personales necesarias e imprescindibles para nuestra vida como hacer deporte, pasear y vivir el aquí y ahora

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