Peyorativo es una palabra o una expresión que indica una idea desfavorable. El término proviene del verbo peyorar, que hace referencia a poner(se) o hacer(se) peor algo, de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE).

No obstante, es importante establecer también lo que es el origen etimológico de la palabra que nos ocupa. En concreto la misma procede del vocablo latino peiorare, que puede traducirse como “empeorar” y que, a su vez, emana del adjetivo peior, que es sinónimo de “peor”.

El lenguaje peyorativo, en definitiva, es aquel que tiene una finalidad negativa para lo que se designa. Se trata de un recurso que permite referirse de manera despectiva a alguien o algo.

Por ejemplo: “No podía esperarse otra cosa de un judío”. Esta frase, de fuerte contenido discriminatorio y antisemita, menciona la condición de judío como algo peyorativo. Dicha palabra no encierra ningún factor negativo en sí misma, pero adquiere un matiz peyorativo en el contexto en este caso, pareciera que de la gente judía sólo pueden esperarse cosas malas.

Otro ejemplo de lenguaje peyorativo sería el siguiente: “No me interesa escucharlo. ¿Qué solución me puede ofrecer un viejo?”. Esta frase incluye el término “viejo” en lugar de “anciano”, en lo que supone una forma de descalificar o faltar el respeto a la persona en cuestión. Por otra parte, la expresión da a entender que un anciano no tiene nada útil para decir o para aportar en una determinada situación.

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