Un tornado es una columna de aire con alta velocidad angular cuyo extremo inferior está en contacto con la superficie de la Tierra y el superior con una nube cumulonimbo o, como el tornado de Newton, en la base de una nube cúmulo.

Se trata del fenómeno atmosférico ciclónico de mayor densidad energética de la Tierra, aunque de poca extensión y de corta duración, desde segundos hasta más de una hora.

Un tornado puede desplazarse varios kilómetros antes de desaparecer, dejando tras su paso graves daños materiales e incluso humanos. La mayoría, con una anchura de unos 75 m, alcanzan velocidades que oscilan entre los 65 y los 180Km/h, si bien algunos pueden llegar a alcanzar velocidades de hasta 450km/h y a tener una anchura de 2 km. Su recorrido, sin separarse del suelo, puede oscilar entre 80 y 100 km.

La Escala Fujita-Pearson sirve para medir y clasificar la intensidad de un tornado. Se basa en la destrucción ocasionada a las estructuras construidas por el hombre y a la vegetación.

Esta escala no se basa en el tamaño, diámetro o velocidad del tornado, sino que se basa en los daños causados por él. La evaluación oficial se lleva a cabo por meteorólogos e ingenieros civiles. Algunos medios auxiliares de la evaluación del daño son seguimientos por radar, testimonios visuales, reportes periodísticos, fotogrametría y videogrammetría.

Aunque la escala abarca teóricamente 13 grados, todos los tornados registrados están comprendidos en los 6 inferiores.

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