La expresión "estar en los brazos de Morfeo" es una metáfora que utilizamos comúnmente para referirnos al acto de dormir. Esta frase, cargada de poesía y antigüedad, nos transporta a la mitología griega, donde encontramos su origen.

En la mitología griega Morfeo, de Μορφεύς, de μορφη morphê, ‘forma’, pertenecía al grupo de deidades oníricas, o sea, era un dios de los sueños. Hijo de Hipnos (Sueño) y Nix (Noche), era el principal de sus hermanos, los Oniros. Morfeo, gracias a sus poderosas alas, volaba a cualquier parte de la Tierra para inducir los sueños de los humanos, apareciendo en ellos de forma placentera, ofreciéndoles así un momento agradable que les hacía huir de las maldades de los dioses.

De esta figura mitológica surge la expresión "estar en los brazos de Morfeo", que evoca la idea de ser envuelto en un sueño profundo y placentero, como si estuviéramos siendo acunados por el mismo dios del sueño.

La expresión ha sido adoptada en la lengua cotidiana, y su uso se extiende más allá del ámbito literario, convirtiéndose en una forma común de hablar sobre la necesidad o el deseo de dormir.

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