La corona triunfal (también, corona de laurel, láurea o lauréola) es una corona formada por hojas de laurel, generalmente entregada como recompensa a poetas (poeta laureado), deportistas y guerreros en la antigua Grecia y en la antigua Roma, donde también se convirtió en un atributo de los Emperadores en la época imperial. Consistía en un cerco de ramas, inicialmente de laurel (de allí en latín: lavrĕa), pero luego en oro.

Vale aclarar, que en la Antigua Roma no existía el título de «emperador romano», sino que este título era más bien una abreviatura práctica para una complicada reunión de cargos y poderes.

De las otras opciones, en la Roma republicana y al comienzo del Imperio, se conoció por corona gramínea o corona obsidional (en latín corona obsidionalis o corona graminea) a la máxima y más rara condecoración militar. Estaba reservada únicamente a los generales o comandantes que salvaban a un ejército entero. La corona se hacía con flores, hierbas y cereales (de donde toma el nombre), incluyendo trigo, recogidos en el mismo campo de batalla y trenzadas. Era otorgada por el propio ejército al general que lo había salvado.

El turbante y el keffiyeh son prendas típicas de culturas orientales y no eran utilizadas por los emperadores romanos. Estos elementos de vestimenta se asocian más con regiones como el Medio Oriente y el Norte de África, y no tienen relación alguna con la iconografía romana.

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