Al Capone tocaba el banjo. De hecho, dio conciertos dominicales con la banda de presos "Rock Islanders" durante su estancia en la cárcel de Alcatraz. También se sabe que antes de ingresar en prisión tocaba la Mandola. Muchos de los prisioneros de Alcatraz se volvían locos y probablemente Al Capone también. Los intentos de suicidio, las palizas, una puñalada y la rutina de la prisión pasaron una terrible factura a Al Capone. Después de varios intentos de suicidio en el patio de la prisión, fue excusado de salir al mismo y más tarde formó una banda de música con otros presos. Los regalos a los presos de Alcatraz estaban prohibidos, pero se permitían los instrumentos musicales, así que la esposa de Al Capone, Mae, le envió un banjo. A menudo se sentaba en su celda y tocaba cuando los demás presos estaban fuera. Después de cinco años, Al Capone se encontraba mentalmente muy débil y hubo momentos en que se negaba a abandonar su celda e ir al comedor para comer. A veces se acurrucaba en un rincón de su celda y hablaba solo. Otro recluso recordó que a veces Al Capone permanecía en su celda y volvía a hacer su litera una y otra vez. Pasó la última parte de su estancia en Alcatraz en el hospital, siendo tratado de una sífilis en estado avanzado que contrajo en su juventud. Salió de Alcatraz en 1939.

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