El Tratado de Westminster de 1674 fue el tratado de paz que concluyó la Tercera guerra anglo-holandesa. Firmado por las Provincias Unidas de los Países Bajos y el Reino de Inglaterra, esto resultó en la devolución de la colonia de Nuevos Países Bajos a Inglaterra y renovó el Tratado de Breda de 1667.

La tercera guerra anglo-neerlandesa fue un conflicto armado entre Inglaterra y las Provincias Unidas de los Países Bajos que duró de 1672 a 1674 y formó parte de la guerra franco-neerlandesa.

La Armada Real de Inglaterra se unió a Francia en su ataque a la República, pero no tuvo éxito en sus intentos por bloquear la costa neerlandesa debido a cuatro victorias estratégicas por parte del almirante Michiel de Ruyter.

Asimismo, fracasó un intento en convertir a la provincia de Holanda en un protectorado inglés. El Parlamento, temeroso de que la alianza con Francia fuera parte de un complot para convertir a Inglaterra al catolicismo, forzó al rey a abandonar la costosa e infructuosa guerra.

Si bien Inglaterra, la República Neerlandesa y Suecia habían firmado una Triple Alianza contra Francia en 1668 para evitar que este país ocupara los Países Bajos Españoles, Carlos II de Inglaterra firmó el Tratado secreto de Dover con Francia en 1670, que implicaba que Inglaterra se uniría a Luis XIV de Francia en una campaña punitiva contra las Provincias Unidas.

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