El pesto es una salsa que se elabora tradicionalmente con ajo machacado, piñones europeos, sal gruesa, hojas de albahaca y queso duro como el Parmigiano-Reggiano o Pecorino Sardo, todo mezclado con aceite de oliva. Esta deliciosa salsa tiene su origen en Génova, la capital de Liguria, Italia, y es un elemento esencial de la cocina italiana.

En la antigua Roma, se consumía una pasta similar llamada moretum, que se preparaba triturando ajo, sal, queso, hierbas, aceite de oliva y vinagre, y a veces incluía piñones. Esta tradición de combinar ingredientes frescos y aromáticos ha perdurado a lo largo de los siglos, convirtiendo al pesto en un clásico culinario.

Los piñones son las semillas comestibles de los pinos, principalmente del pino piñonero, que ha sido cultivado por sus frutos durante más de 5,000 años. Aunque también se recolectan de árboles silvestres, el pino piñonero es el más común en Europa. Su sabor suave y textura cremosa los hacen ideales para el pesto, aportando un toque distintivo a la salsa.

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