La silueta de la península italiana se ha comparado frecuentemente con la forma de una bota, con la punta apuntando hacia el sur y las "piernas" extendiéndose hacia el norte.

El territorio de Italia consiste de tres áreas geográficas: continental, peninsular e insular, con una superficie total de 301 338 km². Italia incluye numerosas islas, dos de las cuales son las más grandes del Mar Mediterráneo: Sicilia y Cerdeña.

Las dimensiones máximas son 1.330 km de norte a sur, de la Veta de Italia a Lampedusa, y 630 km de este a oeste, desde el monte Tabor al monte Nevoso.

Los límites de Italia están marcados por elementos físicos: el mar de Liguria y el mar Tirreno al oeste, el canal de Sicilia en el sur, el mar Jónico y mar Adriático al este, los Alpes en el norte (pero en la parte central la frontera sirve de línea de separación de aguas, Suiza se extiende por la vertiente sur con el cantón del Tesino).

El territorio italiano incluye los dos pequeños estados de la Ciudad del Vaticano y San Marino y posee un enclave en Suiza, la ciudad de Campione en las orillas del lago de Lugano.

El territorio italiano es muy accidentado: el 23% tan sólo es llano, las montañas forman el 35% y el 42% las colinas. Dos grandes cadenas montañosas le dan su estructura: los Alpes en el norte, con el pico más elevado del país en el Mont Blanc con 4810 m (si se considera que el Mont Blanc es parte de Italia), y los Apeninos que van desde la costa de Liguria hasta Reggio Calabria.

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