El filósofo griego Antístenes (450-360 a. C.) fue un devoto estudiante y seguidor de Sócrates y se le atribuye haber fundado la secta cínica, que ejerció una gran influencia en el curso de la filosofía popular, a lo largo de la antigüedad.

Nacido en Atenas de padre ateniense y madre tracia que pudo haber sido esclava, a Antístenes se le negó la ciudadanía debido al estatus social de su madre. Sin embargo, eso no fue un impedimento para su educación, ya que estudió con el famoso sofista, Gorgias y, posteriormente, miembro del círculo de Sócrates.

Apoderado "el Verdadero Perro", se caracterizó por equiparar el bien supremo con la libertad del alma, un estado solo alcanzable mediante la autosuficiencia y el control de toda necesidad y placer.

Llegó a afirmar que "ningún hombre que ame la riqueza puede ser bueno", entendiendo la riqueza en su forma material. Para él y el resto de los cínicos, la mayor fortuna es la disposición del alma a no necesitar nada. Esta cuestión los conecta con algunos preceptos morales de Buda, quien había nacido un siglo antes en la India.

Antístenes escribió 10 volúmenes, que incluyeron una denuncia a Platón; "Heracles", que glorificó al antiguo héroe por sus beneficios para la humanidad; "Ciro", que elogiaba a Ciro el Grande como gobernante modelo; "Alcibíades", que denunciaba la pasión egocéntrica; "Archelaus", que denunciaba a la tiranía; y "Politicus", que le otorga el mismo trato a la democracia.

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