Daría todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro, es una de las frases célebres del filósofo y matemático francés René Descartes. Impulsa a las personas a aprendrer cada día más y muy a menudo a menospreciar de lo que sabemos.

Hay que estar consciente de lo que sabes, porque sino corres el riesgo de sobreaprender. Porque es fácil seguir leyendo de lo que sabes, porque tu cerebro está muy a gusto leyendo cosas que conoces. Y tú te sientes bien, porque entra en juego el sesgo de confirmación, que te reafirma en tu conocimiento y alcanzas una zona de confort.

Si no se sale de la zona de confort es por miedo a no saber suficiente. Explicando, ordenas conocimientos, le das estructura y esto te hace consciente de lo que sabes.

Aplicando, te demuestras a tí mismo lo que sabes, que no necesitas leer más sobre el tema, sino perfeccionar en la aplicacion.

Ser consciente de lo que sabes, te da la oportunidad de utilizarlo, en desarrollar tu potencial. De pisar hondo, en vez de no atreverte ni siquiera a poner el pie, te permite construir tu plan de aprendizaje a partir de tu conocimiento ya afianzado.

Atrévete a no saber. Pero sobretodo, sé muy consciente de lo que sí sabes. Audita tus conocimientos haciendo una lista de lo que sabes, identificarlos y distribúyelos en un árbol de contenido o mapa mental. para entender la profundidad de tus conocimientos.

Al asentar tus conocimientos en un papel, visualizas mejor tu perfil y podrás saber hacia donde quieres ir.

Más información: neusportas.medium.com