Una de las características más resaltantes de los cuervos es su excepcional inteligencia. Son astutos, ingeniosos, versátiles e incluso se les ha atribuido el don de la malicia debido a su gran inteligencia. Estudios científicos equiparan su capacidad mental a la de un niño de 7 años, sobrepasando a los perros y delfines. Incluso pueden llegar a mayores niveles de inteligencia que los simios, la especie más cercana a la humana.

La habilidad de crear herramientas es propia de animales excepcionalmente inteligentes, y viene acompañada de una astucia particular. A muy poco seres vivos se les puede atribuir el uso de herramientas para el logro de actividades diarias de supervivencia. Esta es una característica reservada casi exclusivamente para los simios mayores, como los chimpancés y orangutanes, y algunas aves, entre las que se encuentran águilas, cacatúas y cuervos.

Los cuervos, además, son capaces de resolver problemas complejos. En estudios controlados se les ha visto mover piedras grandes para desplazar cantidades de agua para obtener comida. Comprenden rápidamente que las piedras más grandes mueven más agua y caen más rápido. Todo esto lo descubren por cuenta propia y los cuervos que observan también aprenden.

Los cuervos también pueden recordar caras humanas de por vida, y pueden incluso guardar rencor, según se ha visto en algunos estudios.

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