En el folklore escandinavo, una Huldra es una criatura de aspecto humanoide que habita en los bosques.

Se dice que estas criaturas son los guardianes de ciertos lugares y su apariencia es el de una hermosa mujer con cola de vaca o zorra, también se afirma que su espalda tiene la textura de un tronco.

Las huldras siempre son del sexo femenino y están dotadas de una fuerza sobrehumana y poderes sobrenaturales. Según las leyendas, acostumbran a aparecer frente a los humanos entre la neblina o la lluvia, siempre de forma gentil y amigable. Tienen especial cuidado de esconder sus colas bajo su falda y el hueco en su espalda con el cabello, también tienen un aprecio grande hacia el ganado y de hecho las Huldra tienen grandes cantidades de ganado en perfectas condiciones físicas y saludables pero extrañamente no tienen cuernos.

Si el hombre atraído por una huldra es capaz de satisfacer sus necesidades, ella lo deja vivo, sin embargo, si el hombre no llega a satisfacerla, irremediablemente morirá.

Como la mayoría de las hadas, las huldras temen a los objetos de hierro y a la sal, por lo que es suficiente con portar algo hecho de hierro y/o un puñado de sal para que no se aproximen.

De la misma forma que con otro tipo de hadas, las huldras raptan niños humanos y dejan en su lugar a sus propios hijos. También pueden casarse con hombre mortales, pero no son incapaces de entrar en las iglesias, al hacerlo, su cola cae y su belleza se transforma en una eterna fealdad.

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