Las enanas marrones son cuerpos celestes de masa intermedia entre la de Júpiter y una estrella pequeña, por lo cual se hace difícil una clasificación clara como estrellas o como planetas.

Son protoestrellas que se han quedado a medio camino, no han llegado a adquirir la suficiente masa como para que su propia gravedad provoque que el hidrógeno comience a fusionarse en helio y la temperatura termina estabilizándose antes de llegar a ese punto crítico para convertirse en estrella. Su temperatura superficial oscila entre los 800 y 2000 °C.

El litio es un elemento especialmente interesante para diferenciar estos objetos de las estrellas de baja masa, ya que es destruido rápidamente en las reacciones de fusión del hidrógeno debido a que reacciona con éste a tan solo 1.000.000 K.

En una enana marrón, debido a su baja masa, al no producirse la fusión del hidrógeno, el litio no es destruido, permaneciendo en ella. Este litio puede ser detectado a través de sus espectros de emisión característicos, constituyendo esta prueba el modo clásico de identificación de este tipo de objetos.

El equipo formado por Rafael Rebolo, María Rosa Zapatero Osorio y Eduardo Martín, usando el telescopio IAC 80 del Observatorio del Teide, el 6 de enero de 1994 descubrió la primera enana marrón conocida (que se encuentra en el cúmulo de las Pléyades). La llamaron Teide 1, está a unos 400 años-luz de distancia, y tiene un radio muy similar al de Júpiter, pero 55 veces su masa.

Más información: www.astrobitacora.com