Los deseos de Guilio Nardi un orfebre florentino, de confeccionar una joya especial para pedir matrimonio a su novia, Giuseppina, fueron el punto de partida de esta curiosa joya atribuida a la realeza y a la alta sociedad.

Quería huir de los típicos anillos, no le convencían las pulseras, así que decantó por un broche, confeccionado de piedras preciosas y semipreciosas, así como oro.

Enamorado de la ciudad de Venecia, quiso rendir homenaje al Otelo de William Shakespeare con el ‘moretto’ de oro de 18 kilates y esmalte al que se pueden añadir, brillantes, perlas y todo tipo de gemas preciosas y cuya pieza central, generalmente, está realizada en ébano u ónix.

Cada pieza es elaborada por un artesano y siempre es única, ya que cada una de ellas posee detalles diferentes que las convierten en exclusivas.

Tras la boda de Giulio y la inclusión de la pieza en el catálogo de la casa, se convirtieron en el regalo preferido por los novios en Venecia. Los primeros encargos de estos Moretti de nombres ilustres fueron de Grace Kelly y la reina Paola de Bélgica.

Esta moda perdura en la actualidad y son piezas consideradas como ideales para adornar vestimentas de alta costura. Adquirieron gran popularidad entre la clase alta de Italia.

Los moretti son joyas que exigen dos cosas importantes: materiales de calidad e imaginación del artista creador.

Actualmente Alberto Nardi, nieto del fundador, conserva en Venecia, la joyería.

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