A diferencia de los aeropuertos tradicionales que acomodan una amplia variedad de aeronaves, los helipuertos están dedicados exclusivamente a helicópteros y, por lo general, cuentan con menos infraestructura. Estos pueden encontrarse en diversas ubicaciones, incluyendo áreas urbanas, hospitales, plataformas petrolíferas, buques de gran tamaño, y lugares remotos donde el acceso por otros medios de transporte es limitado.

La estructura de un helipuerto incluye una plataforma de aterrizaje, conocida como helipista, que suele estar marcada con una "H" para indicar claramente el área de aterrizaje. En muchos casos, también hay una zona de seguridad alrededor de la helipista para evitar obstáculos y garantizar una operación segura.

Algunos helipuertos están equipados con iluminación especial para operaciones nocturnas o en condiciones de baja visibilidad, y pueden contar con sistemas de comunicación para coordinar con los helicópteros entrantes y salientes.

Helipuertos en áreas urbanas o en techos de edificios deben cumplir con estrictas regulaciones de seguridad debido a su proximidad a otras estructuras y al tráfico aéreo. Estas instalaciones urbanas son vitales para una variedad de servicios críticos, como el transporte de pacientes en situaciones de emergencia médica, operaciones policiales y de rescate, así como el transporte de ejecutivos y otros pasajeros que requieren desplazamientos rápidos y directos en ciudades congestionadas.

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