Un farallón es un promontorio rocoso que se alza sobre el mar cerca de la línea de costa, originado por la acción erosiva de las olas sobre las partes más blandas de un acantilado.

El término farallón proviene del italiano “faraglione”, que a su vez viene del griego “pharos”, que significa faro, ya que, en épocas donde la actividad de la navegación era pionera, estas formaciones eran señaladas con hogueras para evitar accidentes.

También se suele denominar a estas formas de relieve “stack”, “raukar” o “kekur”, según la región en la que se encuentren.

Antes de convertirse en este tipo de formaciones, el farallón formaba parte de tierra firme. El proceso se desencadena por la acción erosiva de las mareas sobre la pared de un acantilado, al que va excavando hasta formar una cueva. La erosión continuará hasta que se forme un arco o puente. Pero como el oleaje no se detiene nunca, seguirá desgastando la roca hasta derrumbar el puente, por lo que sólo quedará en pie esta masa rocosa.

Igualmente, las olas seguirán afectando al farallón y, con el pasar de los años, se transformará finalmente en un arrecife.

Los famosos “The Twelve Apostles”, “Los Doce Apóstoles”, son uno de los ejemplares de farallón más maravillosos y conocidos del mundo. Se encuentran en la costa de la ciudad de Apóstoles, al sur del estado de Victoria, en Australia.

También hay numerosos promontorios rocosos como éstos en la costa de Lugo, en la comunidad autónoma de Galicia, España.

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