En la pintura, los términos boceto, esbozo, bosquejo, borrador y apunte se usan para designar al proyecto, las pruebas o la traza primera que se realiza previamente a la obra definitiva.

Los bosquejos son fundamentales para que los autores puedan establecer sus primeras ideas acerca de las obras que quieren desarrollar. Esto ha dado lugar a que actualmente, en distintos museos del mundo, tengamos la oportunidad de poder admirar y conocer bosquejos de grandes pintores como, por ejemplo, Cézanne o Picasso.

El bosquejo debe evolucionar y completar una serie de etapas hasta convertirse en una obra completa. Por eso, la noción de bosquejo también está vinculada a toda idea vaga y poco concreta de algo.

Ciertas técnicas escultóricas, como la fundición en bronce, exigen el modelado previo de un «modelo» (de dimensiones iguales a la obra proyectada) en arcilla, greda o cera (moldeo a la cera perdida) para la confección de un molde donde se vierta el metal fundido.

También es muy común que se realice en algún tipo de pasta de modelar​ un modelo previo (que sí puede ser realizado a cualquier escala) para servir de boceto o estudio de las futuras tallas en madera o piedra (materiales más caros y arduos de trabajar, y que no son reutilizables en caso de arrepentimiento, error o accidente); pero tales bocetos escultóricos también pueden realizarse a través de la talla o del ensamblaje de cualquier tipo de materiales rígidos más accesibles.

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