La tripofobia es el miedo o repulsión generado al mirar o al estar cerca de figuras geométricas muy juntas, fobia al patrón repetitivo, especialmente orificios pequeños y rectángulos muy pequeños.

Los síntomas son muy variados, en general se pueden destacar los siguientes: angustia, ansiedad, aceleración del ritmo cardiaco, problema de respiración, náuseas, picor, dolor de cabeza, incluso sin la aparición del estímulo, solo con el mero pensamiento.

En cuanto al origen, es muy difícil determinar, algunos investigadores señalan que la repulsión a esas formas y patrones podría tratarse de un mecanismo de defensa ante un peligro.

La hipótesis más aceptada es que probablemente asociamos la presencia anormal de agujeros con la existencia de parásitos, infecciones y descomposición de tejido. Los investigadores sugieren que el miedo no es la causa principal de la tripofobia, como suele ser lo habitual en las fobias. Más bien es el asco la sensación vinculada a este tipo de reacciones

Los científicos recopilaron imágenes de algunos de los animales más tóxicos en la naturaleza, incluyendo medusas, escorpiones, culebras y arañas. Se analizaron los patrones de figuras de estas criaturas y encontraron que tienen patrones similares a los que causan repugnancia a los tripofobicos.

Entonces, concluyeron que una presión selectiva para que los humanos evitaran estos patrones en plantas y animales evolucionó en la tripofobia.

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